Especial de Semana Santa 2023 – En pos de mí
Episodio 1: La voluntad más firme: la determinación
El discipulado cristiano comienza con una respuesta positiva al llamado del Maestro; pero se espera que esa respuesta conlleve una firme determinación a seguir sus pisadas doquiera que estas van. La determinación es, por definición, seguir adelante, pase lo que pase. Quien solo tiene la intención, y no la firme voluntad de renunciar a sí mismo, tomar su cruz cada día y seguirle, puede tomar hoy la decisión de replantearse dónde está parado y aceptar la genuina invitación que Cristo le hace.
Episodio 2: La motivación más pura: el amor
Nunca debemos suponer que la obediencia de Cristo para ir a la cruz, fue un elemento aislado o ajeno a su amor. Fue más bien, por amor, que gustosamente se entregó por todos nosotros.
Como discípulos suyos somos llamados a seguir sus pasos, a emular su ejemplo y a amar a otros de la misma manera en que fuimos amados por él. Esta clase de discipulado no es algo místico, sino totalmente vivencial; es mucho más que una metáfora romántica que no tiene efecto alguno en nuestra manera de vivir.
Episodio 3: La cualidad más noble: La humildad
Cuando pensamos en la humildad y en lo que esta conlleva, solemos asociarla con vulnerabilidad, debilidad, carencia o incluso falta de dignidad. Sin embargo, la perspectiva bíblica de esta noble cualidad es la carencia de egoísmo y soberbia a partir de la consideración de los demás superiores a uno mismo.
Cristo nos invita a seguir sus pasos; a modificar la forma en la que vemos a otros; a considerarlos dignos de ser servidos y darles así, un lugar de preeminencia en nuestro corazón.
Esa es la manera de cultivar la cualidad más noble: la humildad.
Episodio 4: La actitud más honorable: El interés
“Procurar también interesarnos en los demás”, es algo que requiere intencionalidad, ya que el egoísmo, que es el individualismo que se deslinda del interés por los demás y que solo busca el propio nos es común a todos en menor o mayor medida.
Así que haríamos bien en cultivar y fomentar una actitud de interés por el bien ajeno; proponernos poner atención a las necesidades a nuestro alrededor; abrir los ojos y los oídos al mismo tiempo que extendemos la mano para ayudar a quien lo necesita. De esta manera, estaremos yendo en pos de él, de Jesús, de quien sin lugar a dudas, pensó en ti y pensó en mí cuando subió a la cruz.
Episodio 5: La perdida más remunerada: La renunciación
Un misionero norteamericano llamado Jim Elliot acuñó una frase de mucho significado: “No es tonto aquel que da lo que no puede retener, para ganar lo que no puede perder”.
Negarnos a nosotros mismos no puede limitarse al simple hecho de tomar una decisión; debe ser la suma de actos de desprendimiento del corazón hacia los apegos personales.
El tema de hoy es: La renunciación como la pérdida más remunerada.
Episodio 6: La virtud más requerida: la obediencia
Obediencia. Palabra corta que demanda demasiado. Acción que consiste en acatar la voluntad que otro manda. Verbo primario de nuestra educación como hijos, como alumnos, como empleados, como ciudadanos, como humanos, y por si fuera poco como creyentes. Es precisamente en este último ámbito, el de la vida espiritual, en el que la obendiencia es la virtud más requerida y de la que se espera sea una cualidad creciente; pues aquello primero de lo que se nos habló en cuanto a Cristo, es que una vez que le entregamos el alma, él se ha convertido en nuestro Señor y Amo; por lo tanto, es de esperar que cada uno de nosotros sometamos nuestra voluntad a la suya.